Día noventa y siete.

Déjame entrar en tu cuerpo esta noche. Ser la luz de la noche, también. Déjame ser un eclipse de Luna. Una noche negra. Déjame ver amanecer en la puerta del Infierno. Déjame gritar y salir corriendo para encontrarme con mi final. Déjame huir en dirección contraria. Déjame llorar. Gritar todo lo que quiero decir. Déjame seguir siguiendo. Déjame sola. No necesito de nadie para poder soñar mi propia fantasía. No necesito haber montado en un globo aerostático para poder describir lo que se ve desde ahí arriba.

Esta noche es noche de Infierno. Es para ir a ver a las putas Rubias y acabar con cada una de ellas. Hoy morirán en mis manos. No queda nada por lo que preocuparse. No hay por qué guardar las formas. No hay por qué disimular una felicidad que no existe. Hoy ahogaré mis penas en alcohol y pienso no levantar nunca. Hoy caeré al Tártaro para acabar mis días rodeada de demonios. Sin saber por qué y descubriendo que sé toda la realidad. En este río ya no queda nada. Vamos a jugar a ciegas. Vamos a dejarnos llevar. No puedo aceptar lo que ha pasado. Lo que he hecho. [Inciso] Eso es, cuando estoy escribiendo esto, mi cerebro desconecta de todo lo demás. No sé cómo describir esto tampoco. Esto esto esto. Soy Julieta en el balcón pero no tengo miedo a saltar. Hoy sin miedo a saltar. Un poco menos hoy.

[Salir, beber.]

Me gustaría saber qué es lo que quiero decir exactamente. Hoy quiero comerme un diccionario entero porque estoy sin seyestar.

[Se los han quedado las flores.]

Me voy a escribir al parque.




Miss Less*

Comentarios

Entradas populares de este blog

Día doscientos doce.

Día doscientos once.

Día ciento veintisiete.