Entradas

Mostrando entradas de abril, 2009

Día ochenta y tres.

DAFT day. Suave. Venga, ¡déjate el bloq mayús! Y hoy sí, he encontrado a Dalaras. Y vamos para Tesalónica con unas zapatillas de lona (creo). Bien. No quiero volverme loca (más), porque estoy cogiendo mala fama. Pero es que... es ponerme delante del pcomputer y gritar 'interneeeeeeeeeeeee' para poder conectarme y de pronto, cuando abro esta pantalla no sé qué no decir y qué gritar. ¿Y qué si voy a contrarreloj, contratempo y contracorriente? ¿Y qué si en el momento de correr me quedo paralizada? Es el miedo el que me detiene. El pánico y Pan tocando su flauta (de Pan, propiamente dicha). ¿Cinco? ¿Seis? ¿Siete tubos paralelos? ¿Qué más da? Lo que importa es la música. Y de este, no pasa. No gritaré que no pasarán, porque luego a los otros les da por cruzar un puente y nos destrozan, queridos milicianos. Hay que saber lo que dices en cada momento. No puedes ir alardeando de ser Ingeniero de Telecomunicacionesoalgoasí y luego no saber contar un par de luces. ¡Genial! La próxima ve

Día ochenta y dos.

Princesa y vagabunda. Garganta profunda. Sálvame de esta soledad. [Pero en tango suena mucho mejor, siempre.] Acentos, ricos. Me siento observada cuando vuelvo la mirada. Siempre hay alguien que vigila-te. Tanto a ti como a mí. Déjalos. Si siempre son los envidiosos los que saben sacar las tripas a lo tedioso. Y no les digas que. Porque mañana. Incisos incisivos llenos de odio para ti, queridx. Blablablá. Y sin vida social. Cualquier día descubren lo que es vivir y se acaba el rollinsti y el Gran Hermano, bro. Cualquier día van y se acaban los rumores y te dejan de jod*r. Cualquier día voy y dejo de kdasjioewijdasl. Cualquier día [ te pueden jod*r ]. Creo, además, que tengo algún tipo de problema en lo que va siendo la mente, la cabeza... Me afectan demasiado los sueños, puedo levantarme odiando a alguien por algo que haya soñado y no acordarme hasta por la noche de que todo era mentira. TRUE STORY. [ Saludas al día, quizás con resaca... ]. Y luego me despierto y creo que estoy cuerda-

Día ochenta y uno.

[En honor y agradecimiento al gran Julio Cortázar.] Instrucciones para escribir un blog (como este, aún a riesgo de parecer creída/leída): Lo primero que hay que hacer cuando vamos a escribir un blog es crearse una cuenta, al principio no querrá que la gente le conozca por lo tanto deberá escoger un nombre falso, por temor a represalias. Una vez que tenga su nombre falso, también llamado pseudónimo, y el nombre de su blog pensados, ponga en el algún buscador la palabra 'blog' y dele a la primera opción. Ya está casi dentro. Bien, queridx, ahora sólo tiene que registrarse, eso es fácil. Lo complicado viene después. Muy bien, una vez que esté en la opción para crear entradas prepárese para lo duro. Sitúese frente al ordenador/computadora/sobremesa/portátil/esoquedapornodurograstis, siéntese en una posición lo más cómoda posible para ayudar a sus dedos a que bailen sobre el teclado. Puede hacer el pino si así gusta pero no lo recomiendo, a menos que tenga una cabeza de tamaño cons

Día ochenta.

Me da pena pensar en las rosas desaprovechadas. Esto de trabajar tanto y no poder olerlas no es bueno, no. Lo dice quien acaba de llegar de minivacacionarse, pero yo sé lo que me digo. No te gusta leer, no me engañes. Buen fin de semana. Viendo como unos robaban partidos y como otros ganaban lo que no merecían, pero bueno. Las pipas están buenas, sí. Y las Rubias que he conocido en la playa, más. Estaba la que iba de diva, cieliazulada toda ella. Con un olor muy rico. Muy moderna, muy cool. Y fresca, la tía. La otra, iba de modosita, sus ropas no querían llamar la atención, pero en el fondo era una bestia parda. No veas. Muy subidita ella luego. En fin. Más conclusiones, lingüísticas esta vez. Lo primero, que E.T. es un falo en sí mismo. Y lo segundo, que consolador es la persona que Playstation 3, ni lo voy a explicar, porque ¿pa' qué? No quiero más sábanas de Holanda, más bien sus jardines frondosos salpicados de ranas aquí y allá. Quiero volver a ver el verde de sus verdes ramas

Día setenta y nueve.

Dime, qué será de tu vida, cuando cierres heridas, pienses que ya me olvidas y te acuerdas de mí... [Beatriz Luengo & Pitingo _ Dime] Si es que ella se vendrá detrás de mí, siempre se vendrá detrás de mí... Y no puede ser, lo que no puede ser, no puede ser y llegados al caso es. Y para ¿qué? Para, stop. Un día voy a reventar. Me van a saltar párrafos en lágrimas. Combustión autocombustiva esporádicamente hablando. Y ¡plaf! ¡ras! ¡chaf! (y más onomatopeyas sinsen-tido). Mírame, ¡que me mires! No, realmente no es así. Más bien, todo lo contrario. Dicen que quien calla otorga. Y ¡madre! El día que yo escriba todo lo que pasa realmente aquí, ese día, el mundo explota. Caso omiso. Sumisión sin soldados sumisos. Luchando. Antagonismo no, antónimos. Antonomísimo. Tricotando bufandas en la noche oscura. Dibujando sonrisas en la Luna. Carcajadas selenitas. Seleníticamente hablando. Yes, we can'T. Se derrumba la cortina de humo, corramos los estúpidos velos a un lado. Ven y dime qué qu

Día setenta y ocho.

Querido diario: Espero que lo que llevas puesto (hija mía) te recuerde a la abuela que te cuidó como si fuese tu madre y que sea lo único que te pudo dejar en herencia ya que todos sus bienes materiales se convirtieron en ceniza y polvo en el incendio que provocaste al insultar con tus feos zapatos al Gran Manolo (cojo aire) y que quisieses tanto a tu abuelamadre porque, entre otras cosas, sobrevivió a la caída del Imperio Romano, la toma de la Bastilla, el Terror, el hundimiento del Taitanic, la guerra civil y cientos de desgracias de las cuales guardas algún recuerdo con el que complementas tu (horrorosa) vestimenta de vez en cuando, como para osar vestirte así. He dicho. ¡La madre que te parió! No me gusta que se me oiga, nain (con boca de uve). No puedo. Y quiero volver a hablar con las manos, suave. Hablar sin que me oigan (sí me gusta que me escuchen) y escuchar el sonido del tecletecleteteo silencioso. (...) Ligereza. Locura. Esperpento y nenúfares (ninfeas)... Juntando coincide

Día setenta y siete.

Back from the street. Technology. Gracias amiguitos, vamos al lío. Que me gusta estar por encima y encima y sobre la Perfección dice. A mí, a mí me gusta estar debajo, al lado. Y encima de la Perfección personificada, si es menester. Una lucha en mi campo de batalla. ¿Quién sangraba más miel? Y sólo son sueños donde las heridas no hablan. Pero dos de estas abiertas luchaban por gritar más. Ya sabes que eso es verdad y has visto que no se entiende, parece otra cosa, pero sólo tú y yo sabemos que no es tan retorcidamente sexual como suena. Mordiscos. A parte. ¡Tú! Ven. Si digo que el corazón me palpitaba galopante supongo que estará muy manida la expresión. Por lo tanto, sólo diré que el corazón casi se me sale del pecho por la boca, así como se sangra por los nudillos y los codos, ¿verdad? Susto. Volvamos. Y ahora felicidad. Y venga. Y para acá, para allá. Y fútbol. Y placer. Y Gol con mayúsculas si lo mete un enano. Letras capitales de la ciudad Condal. Condado y condes y condesas y pe

Día setenta y seis.

Cuando alguien te da la espalda lo mejor es darte la vuelta. En fin. Tras un fin de semana cargadito, en la cabeza me da vueltas una pregunta, si no sabéis hablar castellano, ¿por qué tanto empeño en aprender inglés? Perdón, ya sé que es mucho más importante clasificarse para jugar el Mundial en África. Y se sabe. Se intuye. Que tres más uno más dos es desfase y tonterías y lo que no son tonterías acascoporro (gran escala aquella del acascoporrismo). ¡Qué recuerdos! ¡Y que patadas al diccionario! Lo bueno es hacerlo sabiendo que lo haces. Es espléndido. Y no explendido. Mi principio, mi poder, mi autoridad. Arjé. No sé si pensar que todo tiene un principio y un final o si por el contrario, nada empieza ni acaba sino que se transforma. No sé por qué, pero ahora mismo me han dado unas ganas tremendas de leer las "Coplas..." de Jorge Manrique y la "Canción del pirata" de Espronceda. Envidia. Sí. Y como decía este último: "Y si caigo/ ¿Qué es la vida?". Ni tú,

Día setenta y cinco.

Risin up. ¿Qué tiene la Zarzamora? Pues a parte de dar unos frutos buenísimos (cogidos a mano son lo mejor, te pinchas, te arañas, pero luego te relames) tiene los ojos como las moras, también. Tuve un sueño / I had a dream... "Los ojos entornados como las puertas, dos opciones. Tenemos la escalera al Cielo y la carretera al Infierno. En el Infierno hay música infernal (Bon Jovi, R.E.M., Queen...), obviamente. Te rodean cientos de demonios con veneno embotellado en sus garras. Cientos de miles de Rubias que se venden muy baratas. Mmmm. Rubias. Pero ¡no! ¡No oses tocarlas! Sin poder remediarlo vendrán a tus labios para quemarte con su frío encanto. Dicen por ahí que las Morenas saben a regaliz. (Ahora es cuando dices, ¡Anda! ¡Habla de mí!) Todo es ostentación (Rubias al suelo por doquier) y depravación (rubias al suelo por doquier). Y tú en el centro, rodeado de demonios con el veneno embotellado que son las Rubias con mayúscula. Todo está iluminado en tonos rojizos. Botellas cue

Día setenta y cuatro.

Imagen
I will survive! Bueno, bueno, ¿qué tenemos aquí? Querida petardilla, feliz cumpleaños y prósperas hormonas nuevas. ¡Tela! En fin, que espero que te haya gustado el retoque este moderno (carita sonriente). Sabes que te lofiu. ¡Yo viviré! Pitingo es como Dios. Pero con flequillo a lo. Que sea. Me encanta. ¡Vaya voz! ¡Vaya versiones! Bueno, que hoy no quiero que se me vaya mucho la cabeza, pero ¿cómo no se me va a ir si voy a hablar de la salud pública ejpañola? Bien. Prosigamos. El punto es: "Estás enfermo, bien, te despiertas con angustia y demás. Te vistes y te vas a tu centro donde tienen un servicio de urgencias, piensas que será más rápido que en el Hospital (mentira). Allí que te vas, ¿qué te encuentras? Que si la tarjeta sanitaria no está en regla (a saber ahora qué tenía que hacer) no te ve nadie. Da igual que estés enfermo. Ahora, eso sí. Como este es el país de los tontos que pagan impuestos para los demás (menos para ellos mismos), si te recogen en la calle sin papeles