Entradas

Mostrando entradas de 2010

Día ciento cuarenta y nueve.

Imagen
Soy teleoperadora. Por protocolo estamos obligados en el trabajo a tener un respeto absoluto al cliente que está llamando, aunque sepas que te está diciendo la mayor gilipoll*z de la historia (como que a Holanda sólo se puede ir en avión desde España), ante esas estupideces sólo puedes morderte la lengua y esperar a que se calle o se aburra y te deje hablar. En fin, respeto ante todo, como digo. Además, por suerte, a mí me dieron una educación de verdad y no me cuesta nada hablar bien. El caso es que cada vez son más las críticas contra la atención de teleoperadores y es normal, cada vez que llamo por teléfono (porque es algún trámite que no se puede hacer por internet) me atiende un borrego al que le han enseñado las palabras justas para ofrecerte cualquier producto. El caso es que hace un par de semanas, un sábado, estábamos en casa sin saber qué cenar y nos dio el antojo de Foster's Hollywood. Cuando llamamos nos dijeron que el tiempo de espera era de media hora. A la hora y med

Día ciento cuarenta y ocho.

Hoy tengo un perro y un gato peleándose delante de mis narices y cuando voy a separarlos descubro que en realidad se están besando. Sí. Hoy soy la persona más feliz del mundo gracias a ti. (Y también la otra cosa por culpa de esas personas). Hoy tengo todo lo que quiero. Todo lo que puedo tener, pero todo. Y podría vivir debajo de un puente que mientras fuese contigo seguiría siendo la persona más feliz del mundo. Hoy ayer es ayer y me da igual. Y mañana también me da igual pero menos. Menos porque sé lo que quiero y sé que voy a tener lo que quiero. Hoy te echo de menos por no verte en ocho horas y me muero sabiendo que queda un rato para verte (aún) SOLAMENTE. Hoy sé que tengo que escribir un libro y forrarme como los de matemáticas en el colegio. ¡Cuidado Gus! Ya está Fio dando por ahí. Hoy se han reído de mí por últimas dos veces, pero ya está bien. Se acabó ser educado con quien no lo merece. ¡Puñetazos en la mesa! Así va este país donde nadie respeta a nadie y donde se conceden t

Día ciento cuarenta y siete.

Esto JAMÁS tendría que haber pasado. Texto eliminado a 1/04/2013.

Día ciento cuarenta y seis.

-Me dan pánico las cortinas de ducha.- Las niñas ya no quieren ser princesas en brazos de príncipes y si lo quisiesen probablemente alguna zorra feminazi ya la estaría liando. Los fines de semana ya no son lo mismo, dan pánico. Hoy -venga, casi siempre- todo me da pánico. No quiero salir y entrar y salir y ver y oír y que me vean y me digan qué o qué no. Quiero mañanas para siempre, hay algo en todos sitios que a partir de las nueve de la tarde me da miedo. No, perdón, me da pánico. Y los sábados son el día que más odio de la semana. Amo al lunes en comparación. Día sabático de mierda. // Poeta desterrado perdió su cabeza un sábado// Y nada tiene sentido ya a partir de las nueve. Ya todo se vuelve borroso y ... *Miss Everythingsfullbut..

Día ciento cuarenta y cinco.

Aplícate la rima. Y tenía un perro verde. Le encantaba la película de Tarzán y su fockin' madre en liana. Era tímida y se aturdía cuando la gente le hablaba en grupo. Y no, no tenía sacacorchos con el que desatascar las bocas de los que la rodeaban. Ella era la esperanza de muchos. Era el sufrimiento de otros, todo hay que decirlo. Era tristeza o felicidad y sorpresas en Septiembre (en Mayo/Junio más). Para algunos era alguien más y para otros era ejemplo a seguir. Nunca tenía chinchetas y siempre acababa robándolas de algún corcho. La tiza era su mayor tesoro. Odiaba las pizarras y el frío invernal. Pero aún tenía esperanza. Esperanza al pensar que alguien lo arreglaría. Le gustaba hacernos ver que nada nuevo hay sub solem y que los pasillos, a veces, estaban llenos de animalicos. Nos hizo adorar a algunos la palabra "Estambul" cuando era piedra que caía en agua. Y repetía y repetía y repetía una y mil veces que esplendor ni tiene tilde ni equis. Había visto más libros

Día ciento cuarenta y cuatro.

This is, definitely, Hell. F.Offff.

Día ciento cuarenta y tres.

Que le den al mundo y a quedar bien. *

Día ciento cuarenta y dos.

¿Me pone veinte del noventa y cinco? ¡Buena cosecha la de aquel año, sí! (Nunca antes había pedido gasolina, ¿qué le voy a hacer?). Eso es, hay algo en mi cuerpo a lo que no le gusta el hierro, la ferritina que dicen, y lo rechaza, no lo guarda el muy sinvergüenza, en fin, que así están las cosas por aquí, ¿por allí qué tal Elvis? Are you still in Heaven o sigues comiendo gatitos? No está bien, que lo sepas, entre todos acabaréis con los gatitos al final ¿por qué? ¿Hola? ¿Acaba de pasar un gato ardiendo delante de mi ventana? ¡Ah, no! Que eso es lo que soñé anoche, junto a lo de asesinar a esas personitas que tanto. Una vez, en clase de Biología, estudiando las células y todo ese pisto pistolar maremagnúmico (¿de verdad hay alguien que cree en los escáneres que desnudan a la gente?)le pregunté a mi profesora: "¿Qué fue antes: la gallina o el huevo?". No me contestó. No sé si por desconocimiento o porque pensó que yo era imbécil (sí, lo soy en ocasiones como tooodo el mundo oo

Día ciento cuarenta y uno.

Camisetas, ya tengo la página definitiva. http://missless.spreadshirt.es/ Se agradecerán sus compras, graaaaaacias :) Miss GoingCrazyFull.

Día ciento cuarenta.

Como decía mi querido Gustavo Adolfo... "Hoy la he visto... la he visto y me ha mirado... ¡hoy creo en Dios!" En Dios y en el fútbol cuando ese "la" sustituye a: ¡LA TARJETA ROJA QUE SE HA COMIDO CRETINO ROUNALDOU! Quizás no me ha mirado a mí, pero en fin, ha sido un momento precioso. Después de sufrir porque el Málaga no llegaba al gol, lo intentaba y lo merecía pero nada. Después de ver cómo este pedazo de "señorito" (jclacjiasocjsaicojsoa) metía dos goles (uno de ellos quizás acabado en -azo, sí) y acababa con las ilusiones malagueñas (y con las mías)-los comentaristas venezolanos (¿?) ya los daban por muertos y hasta incluso en descenso a 3ª Regional...-, me ha llenado de orgullo y satisfacción ver cómo le pegaba un puñetazo a Mtiliga justo cuando el arbitro estaba a su lado. Que conste que no me alegro de que haya agredido a otro jugador, pero es que cuando ha sacado la tarjeta OMFG!!. A ver cuántos partiditos le caen al nene por romper una nariz (eso

Día ciento treinta y nueve.

Imagen
Felicidad es simple y llanamente tenerte. Creo que esta debería ser la frase final-resumen de un gran textazo pero no tengo fuerzas, directamente. Así que así se queda. O... ¿Has oído los pájaros o soy yo que me estoy volviendo loca? ¿Sabes dónde no los vamos a oír? En casa. Parece un sueño que se va haciendo realidad. Sí, mi vida es tu sueño y por eso no me canso de presumir. ¿Tienes ya las chuletas? ¡Muy ricas! ¡Sí, señor! ¡Hagamos una fiesta para celebrar que vivimos como nos da la gana! ¡Sí! (Y hablando de chuletas... ¿legalizan copiar en exámenes pero siguen con la mier*a del cierre de páginas así porque sí? Estoy tan orgullosa de este país que me da por llorar a todas horas -mentira-.) ¡Qué ganas! ¡Qué ganas! ¡Qué ganas! Oh, hoy me dieron una moneda de cien pesetas, ¡qué recuerdos! Y tú, tú, tú, tú... que le das sentido a poemas, canciones, cuadros, libros, películas, obras de teatro, óperas y todo lo que sea una representación del amor. Tú que me haces pensar en todo eso que vie

Día ciento treinta y ocho.

Roxanne! Es que ya que es lo primero que vas a mirar por la mañana para que te alegre el día, pues ración doble. Escribo tan poco últimamente porque estar contigo es tan sublime que no sé ni cómo describirlo y ... ya sabes cómo soy, no me gusta decir las cosas si no sé decirlas correctamente... Y, ¿hablar de lo que significa estar contigo, de lo que siento cuando estoy contigo dejándolo a medias? NAIN. (Le estoy echando narices, no creas.). Además, que no me inspiro estando tan bien. Es algo curioso y contraproducente. Cuanto mejor estoy, menos escribo, peor para mi blog, peor para ti que me pides demasiado. (Mentira, nada es demasiado.) Y siento que no siento algo ahora cuando me meto en la cama. Me falta un no sé. Me falta algo (tú). Y mañana cerca más cerca de dejar a los cerriqueros (por favor), a esa gente que no sabe decir nada, hacer nada ni leer nada. A mis queridos ejején. La lavadora va a entrar en mi habitación en cualquier momento. ¡Quédate a dormir! ¡Cómo echo de menos aq

Día ciento treinta y siete.

¿No aspiráis a nada? ¿En serio? Marremía (sí, con dos Rs). ¡Llevo tal locura de vida últimamente que no sé ni cómo ni por qué pega el pegamento! Soy feliz y aspiro vapores de color blanquiazuldosos. No tiene sentido hablar ni leer lo que escribo (hablar no ahora, hablar en general, ¡ay! ¡calla!). ¡Sus vidas no tienen sentido! Todo lo que quiere la juventud en este presente (quemedasco) es que les hagan la comida y la cama (yo también pero todo en una). Y ya está, te quieren echar a la hoguera por tener ganas de volar o algo más, pero... WTF! Y encima, se quejan y te marginan por edad. Trabajar bien no está bien visto. Cuando digo esto sabes que asientes con la cabeza... ¿Las niñas ya no quieren borrachos? No, sólo quieren chulos de playa, chulopiscinas, cretinosronaldos, las niñas ya no quieren amor, sólo quieren dinero y fama. Ya no vale querer ser escritor, ahora lo mejor es ser una bailarina de prestigio en el puticlub de algún barrio sevillano, luego salir en la portada de alguna r